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Fotografía de una persona que está en cuchillas e inclinada hacia un perro Golden Retriever, que usa un peto rojo. La persona viste de mezclilla azul claro, con chaleco beige con rojo y casco de protección rojo.Fotografía de una persona que está en cuchillas e inclinada hacia un perro Golden Retriever, que usa un peto rojo. La persona viste de mezclilla azul claro, con chaleco beige con rojo y casco de protección rojo.

Superhéroes de cuatro patas

Especialistas y perros de asistencia participan en “Juntos es Mejor”, una iniciativa que acerca las terapias asistidas para niños, niñas, adolescentes y personas adultas mayores.

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3 de noviembre de 2021

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Redacción Yo También

Por Karina González Fauerman   

No llevan capa de superhéroe, pero sí un chaleco en el lomo que permite identificarlos y reconocer su grandiosa labor. Los perros de asistencia sin duda confirman que son el mejor amigo del hombre, y es que su apoyo permite que las personas con discapacidad tengan beneficios físicos, psicológicos y sociales.

Para concientizar y educar sobre las ventajas de la terapia asistida con perros, Purina y el Centro de Actividades Asistidas por Caninos A.C. (CENATAC), crearon “Juntos es Mejor”, una iniciativa que lleva las terapias asistidas con perros a niñas, niños y adolescentes del Instituto Herbert, especializado en educación especial,  y a personas adultas mayores con distintos tipos de demencias, entre ellas Alzheimer, del Instituto Alzheimer México IAP.

“En la rehabilitación y en el aprendizaje, la terapia con estos canes ayuda a nivel psicológico, cognitivo o psicomotriz, mejora la comunicación y tiene un efecto positivo en la socialización de los pacientes”, comentó Paola Mendoza, directora de Marketing en Nestlé Purina México.

Asimismo, la primera unidad canina intrahospitalaria de México, integrada por médicos y técnicos profesionales de CENATAC, tomarán en sus manos “Juntos es Mejor Hospitales”, e impartirán terapias en hospitales para facilitar la adaptación de los pacientes al entorno hospitalario, hacer más confortable su estancia en las áreas de espera y ser un apoyo al afrontar las situaciones de estrés que conllevan los procedimientos médicos y la hospitalización.

Los perros son entrenados para asistir en las terapias de niñas, niños y adolescentes con alguna discapacidad, como síndrome de Down, por ejemplo. (Fotos: cortesía de Juntos es Mejor)

“A diferencia de una unidad de voluntariado con perros que visita los hospitales, como se hace en Estados Unidos, esta unidad estará a disposición del personal en un horario y día establecidos con el objetivo de que se genere la necesidad de impartir más terapias  y aumente la disponibilidad a más días de la semana”, explicó Vanessa Pallares, médica pediatra y directora del CENATAC.

Las actividades que se llevarán a cabo en las intervenciones asistidas por animales (IAA) estarán seleccionadas a partir de un programa diseñado especialmente por profesionales de la salud teniendo como apoyo a la dupla creada por el técnico y el perro.

“Son un abordaje terapéutico en el cual el animal es un nexo entre el paciente y el profesional o el manejador responsable (técnico); se necesita de esta experiencia en el manejo del can para trabajar con los pacientes o alumnos, solo así se reflejarán los beneficios”, ahondó Pallares, quien ha sido parte del equipo de desde hace 12 años en este tipo de iniciativas.

Saludable interacción

Entre las actividades que los pacientes pueden realizar con los perros son:

  • Acariciar: le ofrece al usuario una sensación agradable de contacto. Se puede hacer de diferentes maneras: “mira, le encanta que le rasquen aquí”, “¿qué sientes cuando lo acaricias?”, “¿dónde crees que le puede gustar que le acariciemos?”.

  • Cepillar: es una buena manera de aproximarse al perro sin necesidad de tener contacto directo con él. La intención es el proceso en sí, no en los resultados. También favorece la relajación. 

  • Pasear al perro (siempre bajo control): puede realizarse como una actividad compartida, un modo de estimular la movilidad o de proporcionar control sobre la situación. 

  • Enseñar trucos y habilidades: consiste en entrenar al perro a partir de conseguir su atención y la respuesta adecuada a cada orden: “¡trae aquello!, ¡siéntate!, ¡dame la pata!, ¡pide aquello!, ¡saluda!, ¡baila!, ¡vuelta!”. 

  • Lanzar un juguete: a través del juego se estimula la movilidad y la motivación. 

  • Actividades de expresión: el perro es un buen facilitador para expresar sentimientos.

  • Aprender: al enseñarle al paciente la buena entrega de premios o que el perro haga ciertos trucos, se genera aprendizaje.

Entrenamiento: Los perros de asistencia maravillan por su disciplina.

¿Sabes qué cuidados requiere un perro de asistencia?

  1. Revisión médica e integral dos veces al año.

  2. Control de parásitos externos.

  3. La alimentación varía de acuerdo a las características de los perros, como su raza, tamaño o etapa de vida.