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Migrante usuario de prótesis en la pierna izquierda, deja de lado sus muletas para cruzar una cerca de aluminio con alambre de púasMigrante usuario de prótesis en la pierna izquierda, deja de lado sus muletas para cruzar una cerca de aluminio con alambre de púas

Migración ilegal: una crisis que no concluye con el Título 42

A partir del primer minuto del viernes hora del Este, 10:59 p.m. tiempo del Centro, Estados Unidos endurecerá, aún más, el acceso a su territorio, pese a ello seguirán llegando los migrantes sin y con discapacidad.

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12 de mayo de 2023

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Teresa Peón y Nava

Cuando el reloj marque este jueves las 10:59 p.m. hora del Centro, que es el horario que rige a la mayoría del territorio mexicano, Estados Unidos pondrá fin al llamado Título 42, una política que rechazaba a los migrantes sin darles la posibilidad de solicitar asilo, invocando razones sanitarias para evitar la propagación del Covid-19.

El Título 42, implementado por el gobierno del entonces presidente Donald Trump, fue el resquicio que hallaron para darle la vuelta a las leyes estadounidenses e internacionales que otorgan a los migrantes el derecho a solicitar asilo. 

Amparados en esa política de salud pública, desde marzo de 2020 a la fecha Estados Unidos ha expulsado al menos 2.8 millones de migrantes sin brindarles la oportunidad de pedir asilo.

Sin que haya datos precisos, algunos de esos migrantes regresaron a sus países de origen, pero otros -quizá la mayoría- han permanecido en México con la intención de mantenerse en las fronteras y aprovechar la primera oportunidad para cruzar a Estados Unidos y conseguir el anhelado “sueño americano”.

Pero con Título 42 o sin él, con el anunciado Título 8, una ley antigua que permite la expulsión inmediata de quienes quieren acceder a Estados Unidos, las personas en América Latina y el mundo seguirán moviéndose en busca de mejores oportunidades de vida.

Y en ese deseo no importa si tienen o no discapacidad.

Apenas el 3 de mayo, en Yo También publicamos el reportaje ganador de la tercera edición del Premio de Periodismo y Discapacidad, un texto al que puedes asomarte desde Cuando la migración es una mujer con discapacidad y que se enfoca en la decisión inquebrantable de llegar a un país que, creen, las acogerá y les brindará oportunidades para mejorar la calidad de vida propia y la de sus hijos e hijas.

Descargar el reportaje ‘Mujeres con discapacidad, la otra cara de la migración’ en PDF

Cuando aún no nos recuperábamos del hueco en el estómago que produjo conocer en primera línea las difíciles realidades de las mujeres migrantes con discapacidad o las madres migrantes que acompañan a sus hijos con discapacidad, una fotografía nos sobrecogió nuevamente.

Victor Fernando Gahbler Madera (vicgahbler) compartió en Instagram un reportaje gráfico de lo que está ocurriendo en Ciudad Juárez, una de las ciudades fronterizas donde hay mayor caos por la presencia de miles de migrantes, a horas de que concluya el Título 42.

Las imágenes muestran, sin duda, la maestría de este artista de la lente. Pero, sobre todo, hay una que es un testimonio irrefutable de lo que viene: los migrantes con discapacidad seguirán intentando cruzar la frontera, no importa si se usa prótesis y se acompaña con muletas. El sueño está aunque para alcanzarlo deban abrirse camino entre alambradas de púas que llevan al desierto, a lo desconocido, a los riesgos que amenazan la vida o la expulsión permanente de Estados Unidos.

Porque este viernes, el gobierno del presidente Joe Biden le da el sí a una política de inmigración más dura llamada Título 8, una sección del Código de EEUU que contiene todas las leyes de inmigración y de nacionalidad del país y que incluye:

  • Restricciones sobre quién es admisible en el país o elegible para una visa.

  • Sanciones penales por cruzar la frontera sin inspección o por reingresar ilegalmente después de la deportación.

  • Expulsión acelerada de migrantes que se consideran inadmisibles.

  • Las leyes de asilo de la nación.

Una parte medular de la nueva política es el llamado “temor creíble” de tortura, que aquellos migrantes que obtengan una cita en EEUU habrán de comprobar o mostrar en una entrevista ante un oficial de asilo o un juez de inmigración que existen méritos para ser protegidos porque hay posibilidades de que sea torturado si se le devuelve a su país, según establecen los Servicios de Inmigración y Ciudadania de Estados Unidos.

Por Teresa Peón y Nava | Fotografía Víctor Gahbler

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