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Fotografía de Liza Minelli en la ceremonia de entrega de los Premios Oscar.Fotografía de Liza Minelli en la ceremonia de entrega de los Premios Oscar.

Liza Minnelli, regreso dorado en la noche más inclusiva del Oscar

La legendaria actriz reapareció en silla de ruedas al cierre de una ceremonia marcada de principio a fin por los guiños hacia la inclusión y la diversidad.

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28 de marzo de 2022

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Teresa Peón y Nava

Por Teresa Peón y Nava

Espectacular y sobre una silla de ruedas, Liza Minnelli reapareció ante Hollywood y el mundo para anunciar la última de las categorías que anualmente premia La Academia, la más esperada, la de la mejor película, que se llevó CODA.

La legendaria actriz que con su presencia recordó los 50 años del estreno de Cabaret, la icónica película que protagonizó y le mereció recibir la dorada estatuilla a los 26 años, vistió de riguroso negro con detalles fucsia en las mangas.

Visiblemente emocionada, mientras era acompañada por otra galardonada, Lady Gaga, se abrió paso en el escenario en su silla de ruedas y recibió el tributo que de pie le dedicaron todos los miembros de La Academia que asistieron a la 94 entrega de los premios Oscar.

La protagonista de La Casa Gucci fue responsable de presentarla como la estrella que es ante un público que la vitoreó, y fue más que agradable al apoyarla en todo momento.

«¿Ves eso? El público te ama. Buenas tardes, ya saben lo que me gusta trabajar con leyendas y me siento honrada de poder presentar el premio final de la noche con una verdadera leyenda del showbusiness«, expresó la cantante ante los asistentes al Teatro Dolby de Los Ángeles.

La estrella de Broadway se mostró sorprendida ante las palabras de Gaga y con la mirada preguntaba si era su momento de hablar y continuar con la ceremonia. Así que, nerviosa, se atrevió a decir: «A lo largo de la noche hemos visto pequeños trozos de las 10 cintas nominadas a Mejor Película y ahora vamos a hacer algo diferente…». Y ahí intervino Gaga para acotar: «Vamos a ver quiénes son las nominadas ahora».

Según distintos reportes de medios del espectáculo, fuera de las cámaras las divas conversaron y se prepararon para enfrentarse al escenario. «Te tengo», le susurró Lady Gaga, como queriéndole decir «aquí estoy para apoyarte. Y Minelli le respondió: «Lo sé», antes de anunciar la película ganadora. 

Liza, siempre Liza

Si bien en las ceremonias de entrega del Oscar la presentación de las grandes figuras de Hollywood suele resultar emotiva, la reaparición de Liza Minnelli tuvo una carga extra al verla en el escenario en la silla de ruedas que empezó a utilizar desde el 2014 cuando, tras varias lesiones en la columna vertebral, enfrentó la que parecía la más dura de las batallas. Mientras jugaba con sus perros, la actriz cayó y se fracturó la espalda baja; la cirugía fue inminente.

“Pensaba que no había sido nada, pero me equivoqué. Me operarán. Después de hacerme radiografías parece que me la rompí (la columna) y ahora tienen que unir las partes”, dijo entonces la hija de Judy Garland y Vincent Minnelli al periódico «The New York Post».

Su recuperación fue larga y delicada, debido a las lesiones que dificultaron la reparación de los huesos, entre ellas las causadas por la encefalitis viral que desarrolló en octubre del 2000. Esa enfermedad, transmitida mayormente por picaduras de insectos, es  potencialmente mortal y provoca la inflamación del cerebro.

Minnelli pasó varios días hospitalizada en los que se temía lo peor, sin embargo, los médicos la dieron de alta, aunque le advirtieron que su vida podría tener cambios radicales, dado que quizá perdería la movilidad.

“Tuve que aprender a caminar de nuevo, tuve que aprender a hablar de nuevo”, recuerda  Minnelli, la multigalardonada actriz que recibió el Oscar, ganó dos Globos de Oro, y tres premios Tony, el primero de ellos a los 19 años, por su carrera en Broadway.

Liza Minnelli no se rindió entonces y no lo ha hecho ahora, cuando a los 76 años, nuevamente pisó un escenario para recibir el tributo de toda la industria fílmica y cerrar con broche de oro una noche donde la inclusión fue la ganadora indiscutible.