Logotipo de Yo También
Fotografía de Sara Luterman en un parque.Fotografía de Sara Luterman en un parque.

Las redacciones de los medios no toman en cuenta la discapacidad

Una periodista en EEUU pone el acento en la falta de diversidad que se vive al interior de los medios, donde no se refleja al 20% de la población.

Ícono de calendario

23 de febrero de 2021

Ícono de autor

Redacción Yo También

Una periodista en EEUU pone el acento en la falta de diversidad que se vive al interior de los medios, donde no se refleja al 20% de la población.

Por Redacción / Yo También

“Soy una de las pocas periodistas abiertamente con discapacidad que existen y trabajan”, expresa Sara Luterman en un análisis que comparte en la prestigiada publicación de la Fundación Nieman, que puedes leer aquí en su versión original.

En la actualidad, dice, es imposible saber cuántos periodistas con discapacidad laboran en los medios de Estados Unidos, ya que los más visibles han estado confinados durante la pandemia. Pero también porque no han estado incluidos ni incluidas en los informes de diversidad que han publicado las empresas de medios en los últimos años.

Y esto es un contrasentido. Luterman recuerda que según la Oficina del Censo, una quinta parte de la población de Estados Unidos está conformada por personas con discapacidad, sin embargo, esa proporción no se refleja en los medios.

¿Por qué ocupamos tan poco espacio, tanto en las redacciones como en las páginas de los principales medios?, pregunta Luterman.

Una primera respuesta es que la mayoría de las personas sin discapacidad no tienen noción de lo que ésta significa y, asegura, quienes conocen de equidad e inclusión generalmente olvidan a las personas con discapacidad; tienen presentes a otros colectivos, pero no a la minoría más grande en el mundo.

“La discapacidad, en la mente de muchas personas, es algo malo que le sucede a una persona. Pero para muchas personas con discapacidad, es nuestra identidad. Tiene un valor neutral. No hay nada de malo en nosotros”, subraya Luterman. “En cambio, la discapacidad es una parte inextricable de quiénes somos y cómo experimentamos el mundo. Pertenecemos a una comunidad, y nuestra comunidad es tan vibrante y desordenada como cualquier otra comunidad marginada”.

Además, dice, en la industria faltan modelos a seguir, especialmente en puestos de responsabilidad. El periodista con discapacidad más famoso es probablemente Serge F. Kovaleski, de quien el presidente Donald Trump se burló en la campaña electoral. Sin embargo, cuando alguien lo invoca, solo recuerdan su condición de discapacidad, pero no su nombre y, menos, lo que ha escrito.

En la falta de periodistas con discapacidad también influye el problema de la infraestructura: no hay canales formales de talento para estudiantes de periodismo con discapacidad. No hay becas, ni recursos y mucho menos hay una asociación establecida.

Pero hay barreras más grandes y sistémicas. Luterman recuerda que las personas con discapacidad tienen más probabilidades de experimentar pobreza que la población en general. Así, es menos probable que hayan asistido a instituciones de élite o a cualquier universidad. Tienen una tasa de desempleo más alta.

Sin embargo, nada de esto significa que las y los periodistas con discapacidad sean menos talentosos, inteligentes o hábiles que cualquier otra persona. Solo es un reflejo de las barreras que existen en la sociedad. Al igual que una persona en silla de ruedas no puede utilizar la mayor parte del sistema de metro de la ciudad de Nueva York, por ejemplo, porque muchas de las estaciones solo tienen escaleras, así ocurre también en el periodismo donde -en un sentido metafórico- también hay demasiadas escaleras.

Lo lamentable, considera Luterman, es que la ausencia de periodistas con discapacidad en las salas de redacción conduce a una cobertura de menor calidad sobre la discapacidad en su conjunto.

Hay más historias sobre discapacidad que se pasan por alto porque los periodistas sin discapacidad no se dan cuenta de lo que están viendo. No están familiarizados con la cultura y no conocen nuestro liderazgo o nuestras instituciones, y eso es algo que debería generar una reacción para cambiar lo que ocurre.

*Las notas relacionadas en este texto, que están fuera del sitio yotambien.mx, no necesariamente contienen un lenguaje inclusivo, o cumplen con criterios de accesibilidad web, compatibles con el uso de tecnologías de apoyo para pcd. yotambién.mx no es responsable de lo que publican estos sitios de referencia.