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En busca de empleo: ni los más de 50 rechazos recibidos lo detienen

Enrique Moreno Guzmán es usuario de silla de ruedas y no se amilana ante quienes le niegan empleo porque está decidido a ser una persona autosuficiente.

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3 de octubre de 2022

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Ivett Rangel

Enrique Moreno Guzmán tiene 21 años, estudia psicología y su mayor sueño es ser una persona independiente y autosuficiente, aun cuando para ello deba derribar barreras que van más allá de la discapacidad física que tiene, ya que las principales tienen que ver con el cambio de creencias en el mercado laboral.

Moreno Guzmán nació con espina bífida mielomeningocele a nivel L4, L5 y es usuario de silla de ruedas, equipo que no le impide trasladarse de un lado a otro sorteando cualquier cantidad de obstáculos por su natal Tuxtepec, Oaxaca.

Sin embargo, la historia es diferente al momento de buscar empleo. Ha entregado más de media centena de solicitudes y siempre lo han rechazado la discapacidad que tiene.

«Me dicen que el trabajo es movido, que no hay para mí, que necesitan a una persona normal o que no me van a llamar», cuenta el joven en entrevista con diario Milenio.

No obstante, las negativas no lo han desalentado y sigue empeñado en encontrar un empleo que le permita cubrir sus gastos personales y los de su equipo. “Mis gastos son altos, componer mis llantas y una cámara me costó 560 pesos», dice sobre su silla de ruedas.

Mientras encuentra un empleo formal, Kike, como es conocido, vende pan en la universidad donde estudia y con eso ayuda a sus padres con sus propios gastos.

«Un amigo que tiene una panadería me dio la oportunidad de vender pan, me hizo su distribuidor y obtengo una ganancia de 13 pesos por bolsa y cada paquete trae dos piezas, las vendo en mi universidad a mis compañeros, maestros y demás personal”,

cuenta.

Kike se prepara todos los días para terminar su carrera en Psicología y así poder, un día, dar consultas. 

«Estudio todos los sábados, voy en cuarto semestre, modalidad mixta, de siete de la mañana a 4:30 de la tarde, y de ahí salgo a buscar empleo nuevamente, pero las respuestas no cambian y cuando mejor se justifican, me dicen que el espacio de sus negocios no es adecuado para mi condición, porque ni la ciudad está preparada para personas en silla de ruedas.

«Tengo un defecto en el tubo neural que provocó que desde niño los huesos de la columna vertebral no se formaran totalmente, y esto derivó que la médula espinal sobresalga de mi espalda, es por eso que no puedo caminar y todos me rechazan al buscar empleo»,

explica.

Por Redacción Yo También