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Los jefes que invierten en salud mental consiguen rendimientos 4 veces mayores

¿Qué otros beneficios aporta contratar a personal con neurodiversidad? Un estudio de la OMS abre camino a una inclusión laboral sin etiquetas.

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8 de noviembre de 2022

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El compromiso del empresario con las iniciativas de salud mental ya no se considera opcional o deseable en muchos lugares de trabajo. Se ha convertido en un elemento esencial de la plantilla y, aparentemente, beneficia a todas las partes interesadas de la empresa.

La depresión es una de las principales causas de discapacidad, según una hoja informativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 2021. La organización calcula que 280 millones de personas en todo el mundo tienen esta condición debilitante. Tener un historial y una política de salud mental deficientes supone un enorme costo para las empresas, y una carga injusta y poco saludable para los empleados.

Como informó Fortune, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) estiman que la depresión de los empleados supone 200 millones de días de trabajo perdidos cada año y cuesta a los empresarios entre 17 mil y 44 mil millones de dólares.

La depresión y los trastornos de ansiedad cuestan aproximadamente 1 billón de dólares en pérdida de productividad a nivel mundial, según la OMS.

Sin embargo, un retorno de la inversión (ROI) positivo a través de iniciativas de salud mental en el lugar de trabajo está al alcance de todas las organizaciones. Según el Foro Económico Mundial, los empleadores ven un retorno de la inversión de 4 dólares por cada dólar gastado en atención a la salud mental en el lugar de trabajo, indicó Fortune.

Aunque los empleados con problemas de salud mental siguen sufriendo discriminación y estigmatización en el trabajo, las empresas están cambiando el guión del lugar de trabajo y van de evadir un tema a aceptarlo, y están trabajando para profundizar en el valor que otorgan a la salud mental de los trabajadores.

En su encuesta Pulse Survey de agosto de 2022, realizada a 722 ejecutivos estadounidenses, PricewaterhouseCoopers (PwC) descubrió que más del 60 por ciento de los ejecutivos de empresas respondieron que sus compañías ya han implementado, o desarrollarán, programas de política de salud mental en el lugar de trabajo. Otro 21 por ciento dijo que está considerando adoptar un plan de salud mental, mientras que solo el 11 por ciento respondió que no tiene planes para introducir directrices o estrategias de salud mental.

Aunque la pandemia provocó un aumento del estrés y la ansiedad de los empleados (el 66 por ciento de los estadounidenses ha experimentado algún síntoma relacionado con la ansiedad o la depresión en los últimos seis meses, según una reciente encuesta de Fortune/Harris Poll), también ha liberado vías de comunicación honestas entre los empleados y la gerencia.

Un estudio realizado en mayo por el bufete de abogados Fisher Phillips reveló que casi el 60 por ciento de las 560 empresas encuestadas afirmaron que en la actualidad se fomenta y se practica en sus empresas el debate abierto sobre la salud mental y el bienestar en el lugar de trabajo, según Fortune.

Además de la productividad y el ahorro en costos, la inversión en programas de salud mental en el lugar de trabajo puede atraer a los mejores talentos a una organización e impulsar el compromiso de los empleados con sus colegas y trabajos.

Además, estos programas son clave para retener a los trabajadores. Según la Encuesta de Bienestar Financiero de los Empleados 2022 de PwC, más del 25 por ciento de los empleados que cambiaron de trabajo el año pasado lo hicieron por «beneficios no monetarios en el lugar de trabajo, incluyendo un trabajo menos estresante y la posibilidad de trabajar a distancia o de forma flexible».

Por David Nadelle para Yahoo Finance | Traducido por Graciela González