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Infraestructura inclusiva en las escuelas: la deuda siempre pendiente

Las adecuaciones para niñas y niños con discapacidad deberían realizarse también en todas las escuelas, ya que ni siquiera el 25 por ciento de los planteles las tiene.

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4 de octubre de 2022

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Itzel Ramírez

Las niñas y niños con discapacidad en edad de ir a la primaria o secundaria enfrentan un panorama complicado: solamente 2 de cada 10 escuelas que existen en México cuenta con infraestructura adecuada para recibirles, según datos de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu).

Un dato muestra la magnitud del problema: no existe una sola escuela comunitaria en el país (ni primaria ni secundaria) con infraestructura adaptada para estudiantes con discapacidad.

Citados por El Universal, los datos muestran que en primarias el porcentaje es de apenas 23.2 por ciento de escuelas adaptadas, mientras que en secundaria es de 24.8 por ciento; ya para la educación media superior, el número sube, aunque no llega ni siquiera a la mitad, sino apenas al 35.9 por ciento.

“Históricamente, los planteles escolares fueron construidos pensando en el común de la población, es decir, en estudiantes, docentes, personal y familias que caminan, escuchan, ven y hablan sin mayor dificultad”,

dijo Mejoredu en el estudio Discapacidad y derecho a la educación en México.

El documento menciona que uno de los principales retos es garantizar que las políticas y normativas en materia educativa se traduzcan en que los planteles tengan condiciones para garantizar el acceso a la escuela de niñas, niños, adolescentes y jóvenes con discapacidad.

“El diagnóstico de Mejoredu agrega que en los planteles del país se advierte que ‘en ningún caso se llega a 50 por ciento, lo que implica que la mayoría de las escuelas de educación primaria, secundaria y media superior carecen de las condiciones de accesibilidad indispensables para favorecer la formación de estudiantes con discapacidad y para otorgarles experiencias educativas y sociales en igualdad de condiciones’”, apunta el diario.

El estudio muestra cómo los rezagos en infraestructura adaptada en primarias cambian drásticamente de acuerdo al tipo de escuela, pues mientras en el caso de las privadas hay un 43.8 por ciento con condiciones de accesibilidad para estudiantes con discapacidad, el número disminuye a 26.3 por ciento en las generales públicas y a un 4.4 por ciento en escuelas indígenas.

En el caso de las escuelas secundarias la cobertura varía menos: 47 por ciento en privadas, 42.3 por ciento en técnicas, 40.7 por ciento y solamente 13.1 por ciento en telesecundarias.

Especialistas en educación señalaron los errores de una política educativa que mantiene rezagadas las políticas de inclusión en México.

Eliseo Guajardo Ramos, titular de la Unidad para la Inclusión Educativa y Atención a la Diversidad de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), dijo que en algunos países de Europa las personas marcan con una X los lugares en los que debe haber una adaptación para personas con discapacidad, lo que sirve como una denuncia y al mismo tiempo como un diagnóstico que influye en las autoridades para crear la infraestructura inclusiva.

“Las adecuaciones para niños con discapacidad deberían realizarse también en todas las escuelas, previamente al inicio de los ciclos escolares, porque una rampa o cualquier adaptación es un mensaje de bienvenida a los niños con discapacidad, porque se ve que están dispuestas a recibirlos”,

dijo Guajardo en entrevista con el medio.

Mientras que Erik Avilés, académico del Instituto Michoacano de Ciencias de la Educación José María Morelos, dijo que la política de infraestructura física educativa ha sido inconsistente, fugaz, discriminatoria y corrupta.

“Para las generaciones en formación en situación de discapacidad aún no ha habido una transformación en materia de infraestructura incluyente. Las violaciones a los derechos humanos de las niñas, niños, jóvenes y maestros con discapacidad merecen mucho más que recomendaciones. Es momento de presupuestar dignamente la construcción y adaptación de infraestructura física educativa para hacerla inclusiva”, aseguró Avilés.

Por Redacción Yo También