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Toma panorámica del Estadio Ciudad de los DeportesToma panorámica del Estadio Ciudad de los Deportes

Ni el entretenimiento se escapa: en la omisión hay discriminación

Francisco Camino tiene boletos para el concierto de Guns and Roses, pero por un importante detalle no sabe si podrá o no disfrutar de la velada.

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28 de septiembre de 2022

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Ivett Rangel

Ya está la cita confirmada: 21 de octubre a las 20:00 horas en el Estadio Ciudad de los Deportes (antes Estadio Azul) para cubrir el concierto de Guns and Roses para una estación de radio. Sin embargo, hay un importante detalle para disfrutar la velada: Francisco Camino es usuario de bastones y el inmueble, al parecer, no es accesible. 

“Es un estadio muy viejo, incluso puede resultar hasta vetusto, por eso es un estadio inaccesible y peligroso”, comenta.  

“Al momento de revisar la ubicación veo que la zona de discapacidad es ridículamente pequeña, apenas para 10 o 20 personas con discapacidad, en un aforo total de hasta 15 mil personas. Y, además, está lo más alejada posible del escenario”. 

Por tal solicitó un recorrido previo por el estadio para saber por dónde podría desplazarse hasta ese espacio de discapacidad o para el que indica su boleto. 

“Se negaron a darme un recorrido para saber de su accesibilidad. Yo no tengo idea, ellos tampoco saben, pero tampoco quieren saber ni les importa saber”.

 “Y la empresa encargada del concierto FunTicket entiende por discapacidad solo usuarios en sillas de ruedas”, expresa.

Así que luego de llamar a los organizadores, también lo hizo a Atención Ciudadana de la alcaldía Benito Juárez (donde se ubica el estadio), a Protección Civil y al gobierno central sin ningún éxito. 

“No tienen idea de qué se trata la accesibilidad. Y se van aventando las manos… No tienen idea de con quién se están auxiliando para el tema de accesibilidad, mostrando ignorancia y desconfianza, y ahí va implícita la discriminación”, opina.

“Me dijeron que tienen que ver quiénes van y no van, y hacer reuniones”. 

Aunque aún tiene una esperanza…

“Vi una luz en el túnel cuando se puso en contacto conmigo la casa productora y sí había toda una intención, pero no pueden verlo sino hasta 10 días antes del concierto. 

“Operar el estadio con todos los temas de accesibilidad se está convirtiendo en algo tortuoso y engorroso”,

señala. 

Francisco tiene boletos en zona general, es decir a nivel de cancha, por lo que hay que subir y bajar por escaleras. 

“Y hasta donde sé son pequeñas, angostas y altas, sin pasamanos y con miles de personas pasando”, indica.

Sin embargo, eso no lo hace desistir de acudir a ver una de sus bandas favoritas y reportar para la estación de radio en la que colabora. 

“Sí voy a ir y voy a exigir mis derechos en la zona que sea, ya sea que me dejen en cancha o que me pongan en la zona de discapacidad con libertad de desplazamiento, autonomía y seguridad. Porque no voy a permitir que me carguen.

“Mientras voy a seguir insistiendo, pero se convierte en un diálogo contra la pared, nadie responde. Es mejor corregir y prevenir. Sí hay discriminación por esta terrible omisión”.

Por Ivett Rangel