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Captura de pantalla de una escena de la serie “De seda y hierro” en donde se encuentra una mujer de edad adulta, tez blanca, cabello castaño, corto a la altura de los hombros, viste un suéter delgado de color amarillo claro y se encuentra mirando fijamente a un hombre de edad adulta, cabello castaño, que mira fijamente hacia al frente, se encuentra en una cama de hospital y en su cuello se encuentra incrustado un tubo de plástico con una manguera de color blanca conectada al mismo.Captura de pantalla de una escena de la serie “De seda y hierro” en donde se encuentra una mujer de edad adulta, tez blanca, cabello castaño, corto a la altura de los hombros, viste un suéter delgado de color amarillo claro y se encuentra mirando fijamente a un hombre de edad adulta, cabello castaño, que mira fijamente hacia al frente, se encuentra en una cama de hospital y en su cuello se encuentra incrustado un tubo de plástico con una manguera de color blanca conectada al mismo.

De seda y hierro: discapacidad en primera persona

De seda y hierro, una serie española que muestra, sin adornos, qué significa vivir con discapacidad.

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21 de enero de 2022

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Redacción Yo También

De seda y hierro, programa multipremiado en el que las personas con discapacidad son protagonistas y transmitido por la cadena española RTVE, ya va por su tercera y exitosa temporada. La directora del show, María García Gómez-Recuero, señaló recientemente en una entrevista con el diario ibérico Hoy, que cuando se creó la serie, ella y sus colegas tenían varias cosas claras: “grabaríamos historias reales protagonizadas con personas con discapacidad, que hablaran en primera persona, para hacer una labor de sensibilización que hacía falta en la televisión”.

Un programa sobre las personas

Desde la primera temporada, transmitida en 2019, los testimonios y experiencias de las personas con discapacidad son protagonistas, se destaca cómo ellas no necesitan una sociedad aparte para vivir con dignidad, sino que son más bien quienes conviven a su alrededor los que necesitan aprender a incluirlas. 

Cada capítulo de media hora es una invitación a dejar de tratar a cualquier persona con discapacidad como un ser excepcional o un héroe. Enfatizan que para hablar de ellos mismos no están obligados a contar una historia de superación e inspiración, para que los demás simplemente los coloquen en un pedestal, sin preocuparse tanto por sus derechos o necesidades. Los capítulos de la segunda y tercera temporada demandan una mirada sin paternalismo y un uso del lenguaje que promueva su dignidad, que normalice su presencia en el espacio público y que los incluya en todas las actividades que realizan las personas sin discapacidad. 

El programa ha sido galardonado con el Premio Tiflos de Periodismo, otorgado por la Fundación ONCE; el Premio CERMI en la categoría de Medios de Comunicación e Imagen Social de la Discapacidad; y el Premio Iris del Jurado de la Academia de Televisión.