Logotipo de Yo También
César Lepe MedinaCésar Lepe Medina

“Para morir en un hospital, prefiero morirme corriendo”: los enfermos de Covid persistente salen adelante

Pese al sistema de salud mexicano, que no reconoce la enfermedad ya definida por la Organización Mundial de la Salud como Covid largo, los pacientes que la desarrollan se esfuerzan por recuperarse.

Ícono de calendario

29 de mayo de 2023

Ícono de autor

Itzel Ramírez

Todos los días, el profesor jubilado Armando Reyes Maroto corre 40 minutos, una práctica que, según su médica, podría causarle un infarto como consecuencia de las secuelas del último contagio que tuvo de Covid-19 hace ya dos años.

Sin embargo, Reyes ha decidido que la hipertensión y la atrofia pulmonar que le dejó la infección no modificarán su rutina.

“Para morirme en un hospital, prefiero morirme corriendo. Es la decisión que he tomado”, dijo a El País.

Aunque la Organización Mundial de la Salud ha reconocido el Covid largo como una enfermedad, en México las autoridades todavía no la han catalogado como tal, lo que ha aumentado las dificultades de quienes viven con esta afección.

“Los médicos no nos creen, te dicen que es una cosa de la cabeza, psicológica, que ya te recuperarás”,

contó Reyes.

Ante la negativa del sistema público de salud, el profesor ha recurrido a otro tipo de apoyos, como el que recibe en el grupo Covid Persistente México, uno de los pocos que hay en el país, de acuerdo con el diario.

El creador del grupo es César Lepe Medina, quien estuvo postrado en cama por dos años tras la infección.

“Apenas llevo cinco meses de tratamiento, y ahora estoy un poco mejor. Por lo menos puedo hacer lo básico, ducharme, hacerme de comer, trabajar a medio tiempo. Antes no podía ni salir a caminar”, comentó.

Cuando intentaba algo tan simple como caminar, Lepe experimentaba “malestar post-esfuerzo”, que significaba fiebre, dolor de las articulaciones y déficit cognitivo por un espacio de entre 24 y 48 horas.

Que los pacientes de Covid persistente encuentren poco -o nulo apoyo en el sistema de salud-, obedece también a la poca información que tienen los médicos para la detección de la enfermedad, opina el virólogo Luis del Carpio Orantes.

“En México hay un rezago en cuanto a cuestiones de diagnóstico y tratamiento del Covid persistente, asegura, y los que se interesan por ello lo hacen a título personal, no reciben indicaciones de la Secretaría de Salud o ninguna otra dependencia”, establece el medio.

Actualmente en el Senado de la República hay sólo una propuesta para el tratamiento post-covid, aunque la iniciativa data de 2021 y desde su presentación no ha tenido ningún avance.

La casa del profesor Reyes todavía tiene las marcas de las adaptaciones que su familia tuvo que hacer para su tratamiento. Mucho tiempo después de la infección experimentaba dificultades para dormir, cansancio y la imposibilidad de hacer esfuerzos grandes, además de que se le olvidaban los nombres de sus familiares y hasta el camino de regreso a casa.

“En la consulta le decían que era cuestión de tiempo, que se le iba a pasar. ‘Que le echara ganas, me decían, pero yo veía que no era cuestión de ganas’”, observó el medio.

Los datos disponibles sugieren que entre una y dos de cada 10 personas contagiadas experimentan efectos a mediano y largo plazo; en México la cifra implica al menos 760 mil pacientes con secuelas permanentes de Covid-19.

Confusión, pérdida de memoria, falta de concentración, fatiga y cansancio generalizado incapacitante son los síntomas más comunes del Covid persistente.

“Te das cuenta de que tu vida ha cambiado, pero no es fácil, a mí me ha costado mucho trabajo aceptar que ya no voy a ser el de antes. Es frustrante, deprimente. Salgo a correr y ya no es como antes, no puedo ir al mismo ritmo”, dijo el profesor, que tuvo que jubilarse tras experimentar dificultades para hablar en clase -se quedaba sin aire- y de permanecer mucho tiempo en lugares cerrados.

Por Redacción Yo También

Te interesa: