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Mujer usuaria de silla de ruedas cruzando una avenida con carros transitando detrás de ella.Mujer usuaria de silla de ruedas cruzando una avenida con carros transitando detrás de ella.

¿Hay ciudades con discapacidad?

Helena Degreas, urbanista, tiene la respuesta.

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24 de mayo de 2022

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Itzel Ramírez

Redacción Yo También

Millones de personas con discapacidad en el mundo viven todos los días las dificultades que ofrecen las ciudades para ellas y su entorno. Accesos a lugares públicos, rampas, baños, asientos, transporte y más, representan un reto cotidiano que invita a repensar ¿a quién le va mejor el término de “discapacidad”?

Con esta idea, la urbanista y arquitecta brasileña Helena Degreas invita a reflexionar sobre cómo son las ciudades las que fallan al no tener la capacidad de atender a las personas y cómo la infraestructura se construye pensando en “ideales” inexistentes.

“Cuando los ambientes, servicios, equipos, productos o instrumentos no existen o no pueden ser utilizados en su totalidad por sus dimensiones (o por una mala concepción en su diseño), las personas se ven impedidas de realizar sus actividades cotidianas en el ámbito social, profesional, personal, social o familiar. La deficiencia está ‘en la cosa’ misma, incapaz de ser utilizada”, escribe Degreas en el artículo “La discapacidad está en las ciudades, no en sus ciudadanos”, publicado en español por Arch Daily.

Así, vivimos en ciudades con discapacidad, donde se vulnera el ejercicio de una vida plena de las personas.

“Las ciudades con discapacidad son aquellas que presentan espacios y entornos que impiden o dificultan el acceso, la participación y la interacción de los ciudadanos, independientemente de cualquier pérdida o anomalía relacionada con su estructura o función psicológica, fisiológica o anatómica”, afirma Degreas.

“Las medidas utilizadas para la construcción de objetos o espacios para edificios y ciudades fueron concebidas a partir de una figura humana especial capaz de representar a todas las personas: hombre blanco, joven, sano y europeo. Las ciudades y los edificios se construyeron predominantemente utilizando métricas incompatibles con la diversidad humana”, apunta Degreas.

En las sociedades actuales, dice, es necesario cambiar la mentalidad de la población y de quienes están en el servicio público para que la planeación urbana considere siempre la accesibilidad e inclusión de las y los ciudadanos.

“Invito a los lectores a, conmigo, cambiar el enfoque del abordaje de las discapacidades, trasladando a las ciudades y entornos construidos la incapacidad de atender de manera digna y eficaz la diversidad de habilidades y capacidades inherentes al ser humano”,

exhortó la urbanista.

Aquí puedes leer el artículo completo en español y acá está el enlace de la publicación original en portugués.