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“Siempre quise ser como mi padre: no el hombre chistoso sino el que ayudaba a la gente”: Chris Lewis

Para el hijo de Jerry Lewis y uno de los mayores donadores de sillas de ruedas del mundo, México es uno de sus destinos más frecuentes de distribución junto al Teletón donde en 13 años lleva donados el equivalente a 4.5 millones de dólares.

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18 de mayo de 2023

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Bárbara Anderson

Desde sus oficinas en Las Vegas, Christopher (Chris) Lewis ha entregado miles y miles de sillas de ruedas en 150 países. Me habla con un tono de voz tan afable y tan optimista que no puede negar ‘la cruz de su parroquia’. 

Sigue la brecha que abrió su padre pero desde el lado de la filantropía. A los 14 años lo acompañaba a sus maratones en la televisión que fueron el origen en los años 60 de los Teletón a nivel mundial. Dean Martín, su pareja estelar sumaba rating y el teléfono explotaba de donativos. Todo el dinero de esas colectas innovadoras eran para dotar de sillas de ruedas a la Asociación de Distrofia Muscular. 

Cada evento (que hacía el 1 de mayo para que nadie tuviera excusas de no poder verlo) terminaba con su himno personal: la balada “You’ll Never Walk Alone”. Se creó a partir de este evento una filial por país del Teletón y en Latinoamérica el primero fue el de Don Francisco, el popular conductor chileno en 1970. 

Hace casi 13 años, el actor decidió dar un paso al costado y su hijo institucionalizó este proyecto para que siga siendo efectivo y auto sustentable, creando en ese momento una Fundación sin fines de lucro que recaudaba fondos y conectaba a donadores con usuarios finales de sillas de ruedas en todo el mundo. 

Desde 2009 preside la American Wheelchair Mission, un paso más allá de la mera donación, una organización que instala talleres de reparación y adecuación de sillas para que los usuarios puedan actualizar o cambiar sus equipos.Y México ocupa un sitio especial tanto por la cercanía (dice que ha viajado a nuestro país más de 100 veces) como por el enorme volumen de sillas entregadas: vía los CRIT de Teletón en 13 años se han distribuido 30 mil unidades, por un monto de 4.5 millones de dólares. Además han invertido en herramientas, repuestas y software para dar mantenimiento y seguimiento de uso a cada silla entregada por ellos en nuestro país, lo que suma un extra donado de 130 mil dólares. 

Pero hay más razones que acercan a Chris a nuestro país: desde la ayuda de la Virgen de Guadalupe a la hora de las colectas y porque su CEO es ni más ni menos que un mexicano, Ricardo Guzmán, que le ha impuesto un giro profesional y humano extra a esta causa nacida desde un teléfono, detrás de una sonrisa hace seis décadas. 

En un país donde se calcula que faltan 3 millones de sillas de ruedas para personas con discapacidad motriz, este año terminará entregando 4 mil 500 sillas (mil 500 más que en 2020) y busca la manera de fabricarlas en México y aprovechar las ventajas de costos del ‘nearshoring’. 

¿Cuándo decidiste continuar con la labor de tu padre, Jerry Lewis, quedando al frente de la American Wheelchair Mission?

Empecé a trabajar con mi padre en el teléfono cuando tenía 14 años (y él hacía sus maratones de Teletón para recaudar fondos para sillas de ruedas). He trabajado en esto desde 1972 hasta que él se retiró en 2010. Llevo ya 39 años. Durante ese tiempo llegué a conocer bien a las personas por las que mi papá se esforzaba tanto y entendí su dedicación para hacerlo y además iba a la televisión viéndolo y ayudándolo cada año en el teléfono. Así es que fue natural que quisiera hacer esto en mi vida. Siempre quise ser como mi padre, pero no el hombre chistoso que se cae y hace reír a la gente sino el que ayuda a la gente que lo necesita.

¿Su papá sabía que querías continuar con la causa por ti mismo?

Sí, sí. Él fue muy feliz cuando empezamos la Fundación en el año 2000 y trabajó conmigo, y me ayudó a echarla a andar en los primeros días y hasta su muerte en 2017. 

Desde que estás a cargo de la institución ¿cuántas sillas de ruedas has donado?

A partir del año 2000 hasta ahora, he participado en la entrega de aproximadamente 900 mil sillas en 150 países. Pero eso fue con la primera Fundación que llevamos adelante en California en 2000 y funcionó hasta 2009. Se trataba de una operación global muy grande y luego empezamos la American Wheelchair Mission en 2009 porque queríamos hacer algunas cosas de forma diferente. No queríamos sólo entregar sillas de ruedas, queríamos que la operación fuera sostenible mediante la construcción de talleres para la reparación de sillas de ruedas y ayudar a la gente a integrarse a la sociedad. Ya sabes, la inclusión de personas con discapacidad física me parece muy importante, así que es en eso en lo que se ha estado enfocando la American Wheelchair Mission.

¿De qué forma involucran ustedes a las personas con discapacidad en la institución?

Con la inclusión primero. En el caso de Teletón México, son importantes las 30 mil sillas de ruedas que hemos entregado por medio de sus centros de rehabilitación para niños en México en los últimos 13 años. Porque los niños que reciben su propia silla de ruedas pueden empezar a ir a la escuela y muchos adultos jóvenes pueden ir a trabajar y  proveer a sus familias. También hemos dado muchas sillas de ruedas a personas de edad mayor que permanecieron en cama hasta 15 años y en cuanto reciben una silla de ruedas se integran a las actividades de la familia, especialmente cuando van a la iglesia. Esto está muy cerca de mi corazón.

¿Cómo obtiene fondos la organización? __

Tenemos mucho éxito trabajando por todo Estados Unidos junto a la organización de Los Caballeros de Colón. Con ellos hacemos ‘los domingos de silla de ruedas’ en las iglesias católicas, en donde hablamos al final de las misas unos tres minutos para contarles sobre nuestra labor y que necesitamos su apoyo. De esta forma juntamos casi todo el dinero para conseguir alrededor de 10 mil sillas de ruedas al año.

¿Cuánto dinero es eso?

Alrededor de 2 millones de dólares anuales. Eso es lo que obtenemos a través de Los Caballeros de Colón.

¿Cuán importante es México para su fundación?

México está muy cerca de mi corazón. Durante los últimos 23 años he estado allí cerca de 100 veces entregando sillas de ruedas. Debería hablar mejor español pero no he aprendido tanto (risas). Mi primera experiencia entregando sillas de ruedas allí fue en la Basílica de Guadalupe y como soy buen católico le recé a la Virgen para que me ayudara a ayudar a sus hijos lo mejor que pudiera y siempre ha estado allí para ayudarnos. Y una de las cosas que hacemos para reunir dinero con tanto éxito es porque el dueño de una de las tiendas de regalos más grandes de la Basílica, Fausto Cisneros, que tiene su negocio bajando la escalinata nos dió 500 imágenes bendecidas, reproducciones digitales de la Virgen de Guadalupe y nos las mandó para reunir fondos. Nosotros las ofrecemos durante nuestros ‘domingos de sillas de ruedas’ y si alguien nos dona 5 mil dólares le damos la hermosa imagen enmarcada de la Virgen de Guadalupe y con eso ella nos ayuda a reunir 350 mil dólares al año.  

Es increíble…

Sí, ya Fausto nos dió cinco veces paquetes de 500 imágenes. Así es que son 350 mil dólares cada vez que nos manda 500 imágenes. Es increíble como ha estado para nosotros desde el primer día y cómo nos ayuda a reunir más gente para nuestra misión. A quienes donan en Estados Unidos los traemos en los viajes de distribución de las sillas a los CRIT y vienen con sus familias y cuentas sus historias y ahora tenemos cerca de 40 personas y hacemos entre 5 y 10 viajes al año a los CRIT en todo México para que conozcan a quienes están ayudando. 

¿Cuáles son los destinos más importantes de su fundación?

Trabajamos en todo el mundo. Tenemos una relación muy cercana con Caritas de Vietnam, y en Filipinas; trabajamos tanto en Tierra Santa, Israel como en Palestina. También en Centroamérica, en Jamaica, en Las Bahamas, tenemos una muy buena relación con Teletón en Chile. 

__¿Cuántas sillas han donado a mexicanos con discapacidad motriz vía la Fundación Teletón? __

Más de 30 mil sillas.

¿Cuánto es eso en dinero?

Déjame calcularlo… Pues unos 4.5 millones de dólares.

¿Cuántas sillas se han entregado en nuestro país desde que su padre comenzó?

Incluyendo la organización anterior, la Wheelchair Foundation donde éramos socios de Carlos Slim y su organización, y también con los Rotarios mexicanos, fueron alrededor de 250 mil sillas de ruedas.

__¿Somos uno de sus principales destinos?  __

Sí, y con Teletón México hemos construido centros de reparación de sillas de ruedas en los 22 CRIT del país, así es que cuando le damos una silla de ruedas a un niño se le puede dar mantenimiento y reparación para que cada beneficiario siempre tenga una silla de ruedas y cuando se le incluye en la sociedad nunca le va a faltar, esa es nuestra misión.

¿Se trata de un servicio post service?

Y ¿cuánto tienen que invertir para establecer un taller en todos los CRIT?

En los CRIT tienen lugares donde montar los talleres, así es que lo único que donamos son las herramientas y el equipo para instalar los soportes que necesitan los niños. Es una inversión de 5 mil dólares en herramientas más las partes extras (repuestos) que vienen con cada contenedor que llega de sillas de ruedas. En cada envío entran 280 sillas y sus refacciones. También invertimos 20 mil dólares para crear una base de datos para que cada CRIT pueda dar seguimiento a las partes que se necesitan, su mantenimiento y reparación, y están en el proceso de implementar eso en todo el sistema CRIT. 

Hay un caso muy bonito, en el CRIT de Altamira, donde había un edificio de concreto para la reparación de sillas de ruedas, y que fue refuncionalizado por un programa de televisión estadounidense llamado Fixers (Arregladores), e hicieron un especial sobre la construcción del taller de reparaciones que se vio en todo el mundo.

__Su fundación tiene un CEO mexicano, Ricardo Guzmán, ¿lo ha acercado a las necesidades de los niños con discapacidad en nuestro país? 

Ricardo es una bendición. Lo conocí en 2009 como director del CRIT de Guanajuato. Él piensa mucho como yo y tiene además mucha experiencia trabajando con las familias y los niños con discapacidad por años. No hay que explicarle por qué tenemos que hacer las cosas. Él ya sabe por qué hay que hacerlas y él sabe mejor que yo cómo toca esta causa a las familias. Cuando usamos los dones que tenemos para ayudar a estas personas de forma tan seria e inteligente no lo hacemos por las fotos o para sentirnos importantes. Estamos viviendo el evangelio, somos herramientas del cielo en la tierra. Ricardo es más que un director, es un amigo muy querido. Me siento más cercano a él que a muchas personas de mi familia.

¿Cuáles son sus planes de donación para 2023 y 2024 aquí en México?

Sólo los Caballeros de Colón de Texas están patrocinando muchas sillas de ruedas para México. El año pasado patrocinaron 3 mil. Creo que para finales de este año el número alcanzará las 4 mil 500, mil 500 sillas más este año. Lo hermoso para nosotros es que cuando estuve en su convención en Texas la semana pasada ya habían reunido el dinero necesario para entregar 5 mil 200 sillas de ruedas. Muchas se quedan en Texas porque también ayudan a personas en Texas porque con ese dinero que reunieron es para 188 consejos de los Caballeros de Colón en Texas, hay 800 en Texas. Si logramos duplicar el trabajo de ellos iremos de 900 mil al año a 1.8 millones al año.

Lo que quiere decir…

…que México podría recibir entre 8 y 9 mil sillas al año.

¿Cuántas personas calculan ustedes que necesitan una silla de ruedas en nuestro país?

Los números no son exactos porque hay muchos lugares en México en los que las personas con discapacidad nunca se ven. Los esconden al fondo de un cuarto o de una casa porque en ocasiones les avergüenza admitir que tienen este problema. Pero calculamos que 3 millones de mexicanos necesitan una silla de ruedas y no pueden pagarla.

Muchas veces llegamos a una ciudad y traemos 10 sillas de ruedas y en el evento aparecen otras 20 personas que las necesitan a menos de 200 metros de donde estamos parados. Eso nos ha pasado cientos de veces así es que veo cosas que nadie en el mundo sabe porque hemos estado dando sillas de ruedas y hay tantas personas más que nadie sabe y las necesitan.

¿Cuál es tu sueño para la institución que diriges? ¿Cuál es el sello personal que quieres dejar en esta organización?

Mi sueño es que hagamos esto lo suficientemente grande y sostenible para que cuando yo no me encuentre más aquí la labor continúe y lo estamos haciendo estableciendo una fundación muy grande. Estamos construyendo una pirámide, con unos cimientos muy amplios con la iglesia católica y los parroquianos en todo EEUU, quienes adoptaron nuestro programa como forma de vivir el evangelio y ayudar a los niños que lo necesitan. 

Estamos aprovechando para acercarnos a otros países de América Latina, empezando con las redes del Teletón en 8 o 9 otros destinos. 

También trabajo para que las sillas se puedan llegar a fabricar en México o América Latina, para no tener que comprarlas en China y tener las partes disponibles en México. Eso es parte de las investigaciones y desarrollo que estamos realizando ahora.

Hay muchas compañías que están aprovechando la ventaja del nearshoring entre México y EEUU para traer la acción de China a México. ¿Están usando esta oportunidad también?

Llevamos 10 años analizando esta oportunidad y hemos hablado con buenos amigos en la industria automotriz. Algunos ya visitaron las fábricas de sillas en China y dicen que pueden hacer lo mismo en México. Pero estamos tratando de también dejar de depender de las ‘partes’ chinas (como los tubos de acero) que hoy todo se importa desde Asia. Estamos buscando nuevos materiales, como plástico reforzado con nylon para fabricar local y los moldes se pueden hacer en México para no depender para nada de China.

No estamos planeando abrir una fábrica sino asociarnos con fabricantes de equipo médico. 

¿Cuánto dinero pueden ahorrar si traen la fabricación de sillas de China a Mexico?

Mucho. Durante la pandemia -de 2021 a 2022- sólo los precios de transportación eran 5 veces más altos. Nos costaba 18 mil dólares llevar un contenedor de China a México, cuando lo normal era pagar 4 o 5 mil dólares. Para cada 280 sillas podemos ahorrar entre 50 a 60 dólares sólo de transportación marítima y terrestre, porque transportar las sillas de San Antonio a Mérida nos costaba 8 mil dólares por contenedor.

¿Tienen alguna fecha para empezar a fabricar aquí?

Depende de los patrocinadores y si conseguimos 50 o 100 mil dólares adicionales para investigación durante los próximos tres años podríamos producir una silla en ese tiempo.

Las donaciones están aumentando tanto que para México podríamos necesitar de 7 a 8 mil sillas para los próximos dos o tres años así es que todo depende de la velocidad de manufactura porque para tener una manufactura rápida se tendrían que invertir millones de dólares y es mucho más inteligente crecer desde una operación más pequeña y observar el crecimiento y después ajustar según sea necesario, que es lo que nuestros amigos de la industria automotriz nos dijeron. Así es que primero veríamos satisfacer la necesidad en México y luego si se pueden cubrir más que las necesidades del mercado mexicano se vería Centroamérica y América del Sur que se puedan surtir con camiones.  

Por Bárbara Anderson

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