Por Redacción Yo También
El triunfo, siempre nos dicen, tiene muchos padres y madres. No ocurre así cuando se trata de derrotas y lo primero que en que se piensa es en elegir el mejor argumento para deslindarse. Algo similar sucede cuando se habla de apoyos y presupuestos para el día a día de las personas con discapacidad, y la mayoría evade para evitar esa especie de “papa caliente”.
Hoy son tiempos de Juegos Paralímpicos. Y cuando está por arrancar la sexta jornada de competencias en Tokyo 2020, la delegación mexicana ha sumado siete medallas, dos de oro y cinco de bronce, así que sí es momento de celebrarlos y felicitarlos por sus logros.
Te interesará leer: México en el lugar 21 de Tokyo 2020, ¿eso es bueno o malo?
Aunque lo honesto y ético sería reconocer que en esos triunfos solo son los y las atletas que están en Japón, sus equipos técnicos y sus familias, quienes tienen el derecho de colgarse esas preseas. El resto, que se suma a la celebración en presencia de reflectores mediáticos, mejor tendría que estar diseñando políticas públicas de apoyo permanente y genuino para el deporte adaptado, garantizar los derechos de las pcd (no solo si son deportistas con medallas brillantes), e impulsando medidas para que, por ejemplo, las competencias paralímpicas tuvieran la cobertura y exposición que tienen otras gestas.
Incluso hasta la iniciativa privada (en este caso el Consejo Coordinador Empresarial) dio su saludos pero en los últimos cuatro años tampoco han llegado sponsors, empresas que apuesten al deporte adaptado en el país. De hecho de los 60 que viajaron a Japón solo dos cuentan con el mecenazgo de CitiBanamex (la judoca Lenia Ruvalcaba y el nadador Gustavo Sánchez). Pero, nadie se quiere perder de ‘salir en la foto’ y Twitter ha sido una galería de halagos: