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Células cancerígenas.Células cancerígenas.

Cáncer y discapacidad: lo qué provoca la enfermedad

Las y los sobrevivientes de cáncer tienen mucho que compartir sobre el tema de discapacidad como secuela de, paradójicamente, superar el reto que significa esa enfermedad.

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4 de febrero de 2023

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Teresa Peón y Nava

Bajo el lema “Por unos cuidados más justos”, este sábado 4 de febrero, la comunidad global conmemora el Día Mundial contra el Cáncer, una enfermedad que en 2021 provocó la muerte de 90 mil 123 personas, según informó el jueves el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). 

Esa cifra, equivale al 8 por ciento del millón 122 mil 249 defunciones registradas ese año, siendo la leucemia el principal tipo de cáncer en la población de cero a 29 años.

El cáncer se vincula con la multiplicación de células anormales de algún órgano o sistema del cuerpo, que se extienden más allá de sus límites habituales.

El #INEGI te comparte información estadística sobre cómo impacta en la población mexicana: https://t.co/vSCCw2NUUv pic.twitter.com/ZPFCY9VgwD

— INEGI INFORMA (@INEGI_INFORMA) February 2, 2023

Más allá de esta terrible enfermedad hay una situación casi invisible: sobrevivir al cáncer puede dejar como secuela algún tipo de discapacidad: ceguera, para quienes desarrollan retinoblastoma, o discapacidad motriz, cuando los tumores van a los huesos (osteosarcomas). 

En nuestras redes preguntamos a las personas con discapacidad si alguna había desarrollado cáncer o si el cáncer les había provocado discapacidad. Aquí algunas experiencias donde la enfermedad se fue pero quedaron condiciones de vida permanentes: 

Germán Bautista: Ceguera total por retinoblastoma bilateral.

Elvis Madariaga Santana:  Adquirí discapacidad a causa de un retinoblastoma bilateral: cáncer en la retina. Bastante traumática, recuerdo bien. Perdí la visión del ojo derecho a los cinco meses de nacido, del izquierdo a los siete años, y aún recuerdo al médico cuando me lo informó. Pese a ser un niño, recuerdo estallar en cólera, pues, cuando me informó que la quimioterapia no había surtido efecto y que sería necesario extraerme el ojo izquierdo, insulté al médico y lloré, pues me quedaría ciego.

Esto ocurrió en 1997. También me pregunto si me quedé ciego por el espacio entre terapias; las quimioterapias eran muy costosas y el gobierno de entonces, como el de ahora, no las tenía y tuvimos que pedir donaciones. El proceso de adaptación no fue fácil, porque pese a que acudía al INCI, la adaptación a la ceguera fue solitaria, sin acompañamiento psicológico ni para mí ni para mi familia. Recuerdo que muchos niños también perdieron alguna extremidad, se quedaron ciegos, o alguna otra afección a causa del cáncer.

También he tenido otras consecuencias de salud: osteocondromatosis múltiple, problemas vasculares, neurológicos y vitiligo. Así que adquirir discapacidad por cáncer es complejo y es un tema que los gobiernos tienen olvidado.

Kaxiz Labastida: Tuve amputación de extremidad inferior a consecuencia de osteosarcoma. 

Kike Guajardo:  

“Estoy vivo” es el primer pensamiento que tiene al iniciar cada día. Y es que, tras haber sido operado 37 veces de cáncer de hueso (osteosarcoma), le quitaron la pelvis y usa un par de muletas que lo han acompañado, incluso, a la Muralla China.

Hoy de 35 años, Kike se considera una persona que disfruta la vida, pues le gustan los retos y la adrenalina que estos conllevan: saltar del paracaídas, escalar o practicar crossfit, y sobre todo esto comenta en tener una discapacidad física elimina las ‘muletas mentales’.

Mariana Granados-Wiseman:La mamá de Joey, un niño ciego entonces casi de 5 años que ha atravesado por una cirugía de cerebro y un par de episodios de quimioterapia, comparte su experiencia en “El porteo salvó a mi hijo con discapacidad y cáncer”.

Una enfermedad que no cede

En la región de las Américas el cáncer es la segunda causa más frecuente de morbilidad y mortalidad, después de las enfermedades cardiovasculares, y es una base importante de las desigualdades en salud.

La Organización Panamericana de la Salud informa que en 2020 al menos 4 millones de personas fueron diagnosticadas por algún tipo de cáncer, de las cuales 1.4 millones murieron. 

Dos datos poderosos: 57 por ciento de los nuevos casos de cáncer y el 47 por ciento de las muertes ocurrieron en personas de 69 años o más jóvenes, cuando se encuentran en lo mejor de sus vidas.

A futuro, se estima que a nivel mundial en las próximas dos décadas aumentará 60 por ciento el número de casos hasta alcanzar 30 millones de nuevos casos para 2040, lo que impactará los sistemas de salud sobre todo en países de ingresos bajos y medianos.

De esa cantidad, 6.2 millones de personas vivirán en la región de las Américas.

Por Redacción Yo También

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