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Dos niños tomados de la mano.Dos niños tomados de la mano.

El racismo y la discriminación contra la niñez y adolescencia, una alerta de riesgo

Esas prácticas que responden al origen étnico, idioma o religión están muy extendidas en algunos países, incluido México, señala un informe de UNICEF.

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1 de marzo de 2023

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Teresa Peón y Nava

El racismo y la discriminación afectan negativamente la educación y la salud de niñas, niños y adolescentes de 22 países analizados, además que hay restricciones para el acceso a registros de nacimientos y sistemas de justicia imparciales y equitativos, resaltando grandes disparidades entre grupos étnicos y minorías.

Así lo establece el documento Negación de los derechos: Los efectos de la discriminación sobre la infancia, elaborado por Unicef.

Según las conclusiones del estudio, los niños, niñas y adolescentes de países de ingresos bajos y medianos están muy por detrás en lectura, por ejemplo.En promedio, los estudiantes de entre 7 y 14 años del grupo social más favorecido tienen más del doble de probabilidades de adquirir el nivel de lectura adecuado comparados con los del menos favorecido.

Mientras que un análisis de registros de nacimiento – paso básico para que una niña, niño o adolescente pueda acceder a sus derechos– reveló importantes disparidades entre distintos grupos religiosos y étnicos mundialmente.

“Este importante estudio de la situación global en términos de racismo y discriminación contra la niñez y adolescencia ofrece una excelente oportunidad para que cada país examine su propia situación a nivel nacional”,

señaló Fernando Carrera Castro, representante de UNICEF en México.

¿Qué pasa en México?

En el país, aproximadamente el 40 por ciento de los niños y niñas de 3 a 9 años de edad que participaron en la Consulta Infantil y Juvenil 2021 realizada por el INE, señaló no haberse sentido rechazado o tratado de forma diferente, pero el resto expresó haber sentido trato discriminatorio por su edad, peso, estatura, color de piel o religión.

Entre los de 10 a 13 años, sólo el 27 por ciento dijo no haberse sentido discriminado nunca, y quienes dijeron que sí (2.5 millones) destacaron como motivos la forma de hablar y vestir, la religión y el color de la piel.

En el grupo de 14 a 17 años, sólo el 26 por ciento dijo que no; entre los que contestaron que sí (1.7 millones), destacan razones como la forma de hablar y vestir, la orientación sexual, el color de piel y el ser mujer.

Por su parte, entre los que viven en un albergue o institución en México, se percibe mayores índices de discriminación que entre otros grupos: 98.11 por ciento

De ese grupo, señalan como causas más frecuentes el vivir en la calle (15.30 por ciento), en un albergue o una institución (14.47 por ciento), la edad (13.98 por ciento) y el color de la piel (10.77 por ciento).

Los que viven en situación de calle resaltan mencionan ser discriminados por ser indígenas (11.19 por ciento) o por su peso o estatura (10.23 por ciento).

Quienes viven con alguna discapacidad expresan que enfrentan discriminación debido a ello (18.02 por ciento). Para la estadística de este sector, el INE consultó a 277 mil 219 niñas, niños o adolescentes con alguna discapacidad.

Unicef México

La discriminación y exclusión acentúan las privaciones y pobreza intergeneracional, y acarrean graves consecuencias para la salud, nutrición y educación, además de que conlleva mayores probabilidades de encarcelamiento y embarazo adolescente, y de peor acceso a empleos bien remunerados en la adultez.

“Los resultados de este estudio global de UNICEF, combinados con los datos recabados en México a nivel nacional, deben llamarnos a la reflexión y a la búsqueda de soluciones que eviten tanto el sufrimiento personal que padecen estas niñas, niños y adolescentes como las consecuencias sociales de esta situación”,

resaltó Carrera Castro.

“No olvidemos que, detrás de estos porcentajes, hay vidas infantiles y adolescentes. Aprendamos a protegerlas nosotros y enseñemos a nuestros hijos e hijas a respetar y valorar diferencias personales y socioculturales que, cuando son incomprendidas o menospreciadas, conducen a experiencias tan dolorosas para la infancia y adolescencia y tan dañinas para la sociedad”, concluyó Carrera Castro.

Por Redacción Yo También

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