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Fotografía de un niño de alrededor de 4 años, que viste una playera de manga larga, blanca con rayas oscuras a juego con el cuello. Tiene el cabello un tanto rizado color café. La cara no se le aprecia porque la tiene agachada viendo con mucha atención la pantalla de la tableta que sostiene entre sus manos.Fotografía de un niño de alrededor de 4 años, que viste una playera de manga larga, blanca con rayas oscuras a juego con el cuello. Tiene el cabello un tanto rizado color café. La cara no se le aprecia porque la tiene agachada viendo con mucha atención la pantalla de la tableta que sostiene entre sus manos.

Alerta a tiempo: debe moderarse el uso de pantallas

El confinamiento impuesto por la pandemia ha obligado a las y los estudiantes a pasar demasiado tiempo frente a dispositivos electrónicos y esa práctica puede ocasionarles problemas de visión prematuros.

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9 de julio de 2021

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Redacción Yo También

Por Carlos Tomasini

Durante el ciclo escolar que termina, gran parte de los 25 millones de estudiantes de educación básica en México tomaron sus clases a través de un dispositivo electrónico, pasando hasta más de seis horas diarias frente a una pantalla, lo cual podría generarles problemas de visión prematuros. De hecho, se estima que durante el confinamiento 76% de las y los jóvenes aumentaron la exposición a pantallas.

En ese contexto, las niñas y niños tienen más probabilidad de padecer errores refractivos, los cuales se presentan cuando el ojo no puede enfocar claramente las imágenes, explicó Iván Camacho, especialista en optometría y baja visión. 

“Para 2025, aproximadamente 90% de la población de niños y jóvenes que realiza actividades de visión cercana, tendrán algún tipo de error de refracción como hipermetropía o astigmatismo, y de ese porcentaje, un 70% presentará miopía”, advirtió durante la conferencia “Regreso a clases con una vista saludable”. 

Aunque este tipo de problemas de visión suelen presentarse más por causas genéticas, el especialista hizo un llamado para que las y los familiares permanezcan pendientes del uso de dispositivos electrónicos, los cuales pueden provocar un deterioro en la vista. 

Para ello, explicó que hay que estar atentos a síntomas como ojos rojos o irritados, dolor de cabeza, esfuerzo para enfocar objetos, acercarse demasiado a libros o cuadernos. “Incluso el lagrimeo, ya que habitualmente, el ojo humano parpadea 15 veces por minuto, pero al mirar las pantallas digitales esta cantidad se reduce a la mitad”, subrayó. 

Al detectar cualquiera de estos puntos, dijo, es recomendable asistir con un profesional de la visión para hacer las pruebas correspondientes. 

“El examen de la vista se puede realizar desde los seis meses; posteriormente, a los 3 años, y después cuando comienzan su vida escolar, entre los 5 y 6 años, y a partir de entonces se hace cada dos años esta evaluación. Y si los niños son usuarios de anteojos o lentes de contacto, la revisión debe ser anual”, destacó Camacho. 

Para los menores que ya requieren de opciones para corregir la vista, los lentes de contacto pueden ser una buena opción –cuando los prescriba el optómetra–, inclusive desde edades tempranas aseguró Luis Villar, optometrista y académico del Instituto Johnson & Johnson Vision

“Un 75% de los niños que usan gafas no pueden hacer deporte o practicar algunos juegos por miedo a romperlas o a lastimarse, mientras que 86% de quienes realizan algún tipo de actividad física se quitan los anteojos efectuando sus actividades con una visión reducida” detalló.

Al respecto, Camacho llamó a terminar con el estigma de que los lentes en las y los niños son algo malo. “Los lentes están bien si son necesarios y están adecuadamente prescritos”. 

Durante la conferencia, los especialistas recomendaron adoptar la regla “20-20-20”, la cual consiste en tomar un descanso de la vista cada 20 minutos, mirando un objeto ubicado a seis metros durante 20 segundos, además de lubricar los ojos con lágrima artificial de buena calidad. 

Asimismo, lo mejor es mantener las pantallas de las computadoras, celulares o tablets a 60 centímetros de distancia, moderar su brillo y limitar el tiempo que se pasa frente a ellas.