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Fotografía en donde aparece un hombre con playera del equipo de Cruz Azul, color azul celeste, pantalón de mezclilla a un lado de una mujer en silla de ruedas, con cubrebocas, chamarra verde olivo y pantalón de mezclilla, ambos se encuentran frente a el Ángel de la Independencia, detrás de ellos aparece una persona sosteniendo la bandera del equipo Cruz Azul, dos franjas de color azul claro y una blanca en medio con el logotipo del equipo, una cruz azul sobre un fondo de color rojo con ocho estrellas al rededor.Fotografía en donde aparece un hombre con playera del equipo de Cruz Azul, color azul celeste, pantalón de mezclilla a un lado de una mujer en silla de ruedas, con cubrebocas, chamarra verde olivo y pantalón de mezclilla, ambos se encuentran frente a el Ángel de la Independencia, detrás de ellos aparece una persona sosteniendo la bandera del equipo Cruz Azul, dos franjas de color azul claro y una blanca en medio con el logotipo del equipo, una cruz azul sobre un fondo de color rojo con ocho estrellas al rededor.

Aficionados con discapacidad del Cruz Azul también celebran al campeón

Hombres y mujeres con discapacidad que aguardaron más de 23 años para ver a la Máquina alzar de nuevo una Copa se hicieron presentes tanto en el estadio Azteca como en el festejos en el Ángel de la Independencia.

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31 de mayo de 2021

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Redacción Yo También

Por Jen Mulini

Sufrimiento, drama y un gol que hizo temblar a muchos aficionados y aficionadas del Cruz Azul, entre ellos muchos hinchas con discapacidad, celebraron la noche del domingo el triunfo de la Máquina Celeste.

Soy una mujer con discapacidad y acompañé a mi novio a la celebración  del Cruz Azul en el Ángel de la Independencia. Fue toda una experiencia de unión. Me encontré en el camino con al menos 12 personas con discapacidad que se dirigían a rodadas, con muletas, usando bastones, no importaba cómo, a celebrar, porque eso era lo importante: ¡festejar!

Después del primer tiempo en el que el Cruz Azul no daba muchas esperanzas, con los nervios de punta y el alma agitada, miles de corazones celestes latían al unísono con la esperanza de que ¡esta sí fuera la buena! Así es como miles desde casa estábamos pegados al televisor y los últimos 5 minutos que agregaron al tiempo oficial fueron angustia pura. ¡Lo único que queríamos era que ya terminara el suplicio! 

Mi novio se llama Ángel y desde pequeño es aficionado del Cruz Azul. Ha dejado el corazón en cada partido, llorado, frustrado como miles más, así que me contagió su euforia y disfrutamos mucho ver juntos los partidos, aunque debo confesar que nunca he sido amante del fútbol. Pero desde que fui con él por primera vez a un estadio, disfruto los encuentros, ya me sé los nombres de los jugadores y siempre que no entiendo algo pregunto; así que el domingo, después de más de 95 minutos y una riña al final por parte de los jugadores, ni mi novio ni yo celebramos hasta escuchar el silbato que hizo oficial un nuevo Campeonato, el noveno. 

Como lo narró apasionadamente Francisco Javier Villa Escobosa, mejor conocido como Paco Villa, y puedes ver aquí después de 23 largos años con cinco meses y 23 días, la Máquina Celeste del Cruz Azul, celebra, grita, brinca, es Campeón del fútbol mexicano!  

Nos abrazamos, brindamos y decidimos ir a celebrar al Ángel de la Independencia. Así que mi hermano, mi novio y yo nos dispusimos a tomar el metrobus sobre la avenida Reforma, que era un carnaval de bocinas, personas agitando banderas del equipo azul desde sus coches, motos, bicis, camionetas, todos éramos un mismo grito ¡Azul, Azul; Azul! 

Subir al metrobús fue toda una experiencia. Dentro de ese transporte completamente lleno, las porras no dejaban de escucharse, los saltos y golpes de las porras provocaban que el vehículo se moviera. Había personas de todas las edades, familias completas vistiendo las playeras de su equipo campeón: Bajamos en la estación Hidalgo y de ahí a rodar porque no había manera de llegar de otra forma. 

Para mí, lo hermoso fue encontrarme con diferentes personas con discapacidad que también iban rumbo a la celebración, en parejas, con sus familias, con amigos e incluso solas, ¡Qué bonito es darse cuenta que  la pasión por el fútbol no discrimina, si no más bien, une y comparte! 

Por ello, les comparto también la perspectiva de algunos aficionados con discapacidad que están de fiesta, aunque no pudieron ir al Ángel a celebrar el campeonato: 

“Estoy muy emocionado e incluso ¡no me la puedo creer! Porque después de 23 años, el equipo por fin pudo coronarse campeón, bueno en mi caso es la primera vez que lo veo Campeón de Liga y es una alegría inmensa. He sido aficionado de mi equipo desde muy pequeño, la afición viene de familia”. 

Joshep Martínez, de 17 años, deportista que vive con artrogriposis.

Maricarmen Álvarez, de 37 años, que vive con discapacidad motriz nos cuenta:

“Estoy muy feliz de ver un triunfo de mi equipo después de tantos años. Si bien no nos podemos reunir para festejar, sí podemos hacerlo desde casa y está bien chido. ¡Soy una romántica que se durmió con su playera!”. 

Pilar Hernández, de 48 años, es una persona de talla baja que comenta:

“Desde niña vi que mi papá le iba al Cruz Azul y de ahí comencé yo. ¡ Ahora sentí la buena vibra hasta de comprar playera y disfrutar al mil! ¡Sí se pudo! ¡Cruz Azul campeón! De eso se trata de hacernos presentes en todos los espacios, se trata de poder celebrar en libertad, en un ambiente armónico de inclusión como lo vivimos ayer, no habían diferencias, no había discriminación. Todos éramos un mismo grito de celebración. Felicidades a todos los que al igual que yo están emocionados con este tan anhelado triunfo”.