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Celso Soto junto a réplicas de cráneos de varios homínidos evaluando la accesibilidad del Universum.Celso Soto junto a réplicas de cráneos de varios homínidos evaluando la accesibilidad del Universum.

Así fue la experiencia de una persona con discapacidad visual en Universum, Museo de las Ciencias de la UNAM

El recorrido por este museo resultó una revelación, si bien aún no puede afirmarse que sea plenamente accesible para las personas con discapacidad que lo visitan.

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4 de agosto de 2022

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Celso Soto

Como a muchas otras personas, a quienes tenemos discapacidad también nos gustan los museos, aunque no siempre podemos disfrutar de todo lo que nos ofrecen.

Uno de los museos que más he visitado es Universum, Museo de las Ciencias de la UNAM. Y tengo recuerdos muy especiales en él, como la primera vez que entré a la exposición “Universo”; en esa época estudiaba preparatoria y, aunque todavía veía lo suficiente para distinguir objetos y leer, ya “padecía” de ceguera nocturna proveniente de una Retinosis Pigmentaria que aún no me diagnosticaban.

En lugares oscuros -como ese- solo distinguía las luces de los objetos en exhibición, en un momento dado todos mis compañeros abandonaron la sala y me quedé solo sin distinguir bien los pasillos ni saber por dónde salir, al final seguí la luz y logré salir sin romper nada.

Este año, cuando Paola Pech -estudiante de psicología educativa- me invitó a hacer un recorrido para su proyecto de tesis sobre accesibilidad en el museo, me pregunté cómo sería mi experiencia ahora que requiero tocar las piezas en exhibición para hacerme una imagen mental de las mismas.

Universum expone temas que van desde la evolución y reproducción humana hasta la profundidad del océano o la inmensidad del universo. En todas las salas de exhibición que visité hay actividades interactivas y réplicas que se pueden tocar, como los cráneos de varios homínidos, el colmillo de un mamut o las maquetas de órganos sexuales masculinos y femeninos. 

Dependiendo del tipo y grado de discapacidad, la mayoría de las actividades pueden ser llevadas a cabo por personas con discapacidad (pcd) e incluso algunas están adaptadas, como es el caso de los sólidos platónicos -que son figuras volumétricas- y el museo las preparó en distintos colores y con texturas para mejor identificación por parte de las pcd.

El espacio inmersivo “Ilhuicáhuitl” es como una máquina del tiempo con visuales y sonidos ambientales en 360° en donde el sonido envolvente y la narrativa del anfitrión de la sala me llevaron a un viaje histórico por la cuenca de México. También disfruté de algunas exposiciones que cuentan con cédulas en Braille.

La accesibilidad física es uno de sus puntos más débiles, si bien hay rampas de acceso y un elevador con botones en Braille para subir a las plantas superiores, no considero que una pcd que asista sola pueda hacer un recorrido de manera independiente. 

No cuentan con piso podotáctil, señalización Braille, barandales de seguridad, y en algunos casos hay escalones dentro de una misma planta.

Para poder desplazarse dentro del museo es necesario que la pcd vaya acompañada, y es aquí donde cuentan con un servicio que pocos museos brindan; en Universum hay una gran cantidad de becarios que fungen como anfitriones de las salas, son ellos quienes exponen y dirigen las actividades de la sala que les corresponde, pero en caso de ser necesario un usuario con discapacidad puede solicitar apoyo en la oficina de Atención al visitante y se le asigna un becario que le acompaña durante todo el recorrido.

En cuanto a la capacitación de los anfitriones sobre la atención de pcd es más bien pobre, no obstante, demuestran excelente actitud y hacen su mejor esfuerzo por brindar un buen servicio. Dentro de su capacitación aprenden algunas frases en LSM, cómo manipular una silla de ruedas y hacen un recorrido por el museo con los ojos vendados para estimular su empatía y sensibilidad.

Sin duda hay mucho que mejorar en el museo para que sea plenamente accesible; por su parte, la administración del museo muestra disposición al respecto, pero el cierre por la pandemia ha dificultado la obtención de los recursos necesarios.

Esperemos que con el tiempo y recursos suficientes se apoyen en expertos y usuarios con discapacidad para hacer los cambios adecuados.

Mientras tanto, organízate con familiares y amigos para visitar este excelente museo y si cuentas con credencial de discapacidad, solicita tu descuento en la taquilla.

Por Celso Soto*

*Celso Soto es consultor e instructor en accesibilidad para pcd visual. Es editor de accesibilidad en Yo También. Twitter: @celso_soto